Fallos eléctricos más comunes en un vehículo
El fallo en los fusibles es uno de los más comunes y más sencillos de reparar. Cuando se produce una subida de tensión, los fusibles del vehículo se rompen y de esta forma, el suministro eléctrico del vehículo queda cortado. La reparación es tan sencilla como reemplazar los fusibles por otros de iguales características.Una avería del alternador puede convertirse en un serio problema. La misión del alternador es la de generar electricidad con la que recargar la batería. En caso de que falle, la batería no se recargará, lo que hará que toda la electricidad del vehículo no sea repuesta y acabaremos quedando tirados. Otro posible fallo es que no sea el propio alternador lo que falle sino su correa, dando el mismo fallo.
Las bujías son las encargadas del inicio de la combustión y si fallan, no podremos poner en marcha el vehículo. Si por otro lado funcionan mal, el ciclo de combustión interna se verá afectado. Esto resulta en que el coche no tenga la potencia normal, no acelerará correctamente e incluso se podrá consumir más combustible de lo habitual.
Al igual que los fusibles, las bujías son bastante económicas, por lo que si se trata de un fallo eléctrico, no costará demasiado en resolver el problema.